Dele un toque de elegancia a una simple crema de calabacín añadiendo dados de feta asada con miel, un chorrito de aceite de trufa y escamas de trufa negra. Una receta ideal para un entrante refinado, pero que también se declina en versión individual para aperitivo.

Preparación: 25 minutos • Cocción: 30 minutos

Ingredientes para 4 personas

• 4 calabacines medianos
• 200 g de queso feta
• 20 g de miel a la trufa de verano
• 5 cl de aceite de oliva a la trufa negra
• 1 trufa negra extra entera
• Flor de sal a la trufa negra

Paso a paso

Para la crema de calabacín

1. Lave los calabacines y córtelos en rodajas (conserve la piel para obtener un bonito color verde).
2. Rehogue los calabacines 3 minutos en un poquito de aceite de oliva, cúbralos con agua y deje cocer unos 15 minutos a fuego medio/fuerte.
3. Cuando los calabacines estén cocidos, escúrralos (conserve el agua de cocción para añadírsela a la crema si fuera necesario) y mézclelos hasta obtener una crema sin grumos.
4. Añada un chorrito de nata o un poco de mantequilla, como guste.

Para el queso feta

1. Precaliente el horno a 200 °C.
2. Corte el queso feta en dados.
3. Embadurne los dados con la miel a la trufa de verano y un chorrito de aceite de oliva a la trufa negra.
4. Hornéelos durante 10 o 15 minutos y vigile hasta que se doren.
5. Saque el queso feta del horno y resérvelo.

Emplatado

1. Corte la trufa negra en láminas muy finas.
2. Sirva la crema en cuencos, disponga el queso feta asado con miel, rocíe con aceite de oliva a la trufa negra, añada una pizca de flor de sal a la trufa negra y añada las láminas de trufa negra.
3. Sirva enseguida.

Fotografías: Aimery Chemin • Estilismo culinario: Coralie Ferreira