La flor de sal ahumada se elabora según los mismos conocimientos técnicos que el salmón ahumado. Petrossian, especialista en este campo desde los años 30, ha querido aplicar este sabor a la flor de sal. Se ahúma a baja temperatura durante más de 10 horas en hornos de leña tradicionales. Originaria de la Camarga, esta flor de sal se recoge a mano en verano, en la superficie de las salinas. Aporta una nota ahumada y aromática a pescados, ensaladas, verduras crudas, salsas, incluso carnes a la parrilla o quesos como la mozzarella.